Tras el segundo cortometraje, Chinacerca vuelve a publicar el tercer cortometraje que ilumina las relaciones amorosas entre China y occidente.
En el cortometraje de hoy podemos observar cómo dichas relaciones consiguen enriquecer la vida al aportar elementos muy diferentes. La forma de expresar los sentimientos, la forma de ver el futuro y la felicidad, el significado de la responsabilidad, se convierten bajo una pareja intercultural en una dialéctica continua en la que la pareja intenta descubrir aquella definición más adecuada para la misma. Es por eso por lo que una relación intercultural con culturas tan diferentes, puede ser una oportunidad para escapar de los límites culturales para ampliar la propia libertad individual.
No obstante, igual de cierto que la diferencia es enriquecedora y liberadora, tampoco puede construirse una relación duradera basada únicamente en la diferencia, pues es necesario construir un tronco común. En los episodios anteriores, siempre este tronco común ha existido de forma muy palpable (el amor por Asia, por el arte, etc.).
Estas conexiones amorosas tan interesantes son cada vez más frecuentes. Así se refleja en los cortometrajes “EU-China Love Links” (中欧合璧) lanzados en el Festival de cine de la Unión Europea en China, a los que Chinacerca ha tenido acceso.
III. Jiri y AQin
En el tercer cortometraje, Jiri, de República Checa, y AQin, del norte de China, nos trasladan su dialéctica amorosa y cultural. En este caso, también se vivieron dificultades en la relación al principio, donde las costumbres tan diferentes iban haciendo mella en la relación: el sentido tan fuerte de la responsabilidad de tradicional AQin, frente a las costumbres más abiertas de Jiri. Sin embargo, ambos pudieron controlarlo adecuadamente y conseguir mover las fichas adecuadas para que la relación se fortificara. A ambos ahora les une su primer hijo y su amor por el arte. Ambos han abierto su primera galería de arte.
Otro de los aspectos más interesantes de tales uniones es la forma en la que ambos entran en contacto. En este caso se produjo porque AQin, que vió llorar por primera vez a un hombre, le chocó emocionalmente cómo los hombres también podían mostrar sus emociones sin avergonzarse por ello, como Jiri no dudó en hacerle ver desde el primer momento.
Autor: