Economía, Español

El Gran Salto Hacia Atrás.

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Recientemente, hemos estado expuestos a una gran cantidad de noticias de China: las crecientes alertas sobre el crecimiento económico, la reciente caída en las bolsas chinas, la devaluación del yuan, la bajada en los tipos de interés, así como en el coeficiente de caja, el índice PMI cayó, etc. [1]

Sin embargo, las malas noticias no son los indicadores económicos, sino la desacertada intervención del gobierno durante aquellos días.  El gobierno parece arriesgar el camino iniciado por la Reforma Económica hacia el desarrollo, un movimiento en la mala dirección que podría convertirse en el siguiente Gran Salto Atrás en la historia económica china.

Para dejar las cosas claras, debemos tener una idea general sobre la economía china para ser capaces de unir todas las piezas del puzle chino. La economía china es enorme e increíblemente diversa (incluso podemos denominarla como economía dual en la terminología de Lewis), pero podemos afirmar que la prosperidad china se parece más a un espejismo que a una realidad. Por supuesto, el crecimiento a doble dígito ha permitido que China haya sacado 600 millones de personas de la pobreza durante los años 1981-2004, pero al mismo tiempo, ha sembrado las semillas de los problemas económicos futuros, la sombra de la prosperidad china.

¿Cuáles son esos problemas? Principalmente la economía intervencionista y controlada por el gobierno, a través de la parte financiera de la economía, por la que el gobierno extrae riqueza de la gente (principalmente controlando los tipos de interés y el tipo de cambio de la moneda), que es usado después para apuntalar a los bancos que tiene enormes cantidades de activos tóxicos, permitiendo por tanto que sigan prestando dinero a las empresas estatales, que no paran de arrojar números rojos. En definitiva, el gobierno ha construido un sistema para controlar cualquier aspecto de la economía China, lo que está generando problemas a largo plazo, como la banca en la sombra (aunque el término incluye una miríada de muy diferentes instituciones financieras no convencionales).

Esta represión financiera puede ilustrarse con el ejemplo de la prohibición de las drogas. Cuando el gobierno intenta prohibir las drogas, lo que obtiene es un mercado negro donde la gente puede comprar y vender drogas de acuerdo a las necesidades humanas (que son subjetivas), pero el mercado negro no está regulado y no es lo suficientemente seguro para los usuarios, por tanto dañando la salud de los participantes. Cuanto más importante (y más represiva es la prohibición) es la necesidad que ha sido prohibida para los humanos, mayor sufrimiento recaerá sobre la población. En el caso de la represión financiera en China, es exactamente lo mismo: dado que la gente en China ni puede tomar crédito libremente ni ahorrar libremente, un mercado negro florece para satisfacer estas necesidades, con crédito de mala calidad, peligrando por tanto las expectativas a largo plazo de la economía china.

Bajo esta perspectiva, las recientes noticias sensacionalistas sobre China no son sorprendentes en absoluto, sino que están mostrando que el gobierno está haciendo todo lo posible para apuntalar la burbuja. Esta disposición del gobierno es una información útil, ya que en China todo depende del gobierno. ¿Hasta cuándo durará la burbuja? Hasta que el gobierno quiera, a menos que se le acabe el dinero antes, como una vez me dijo Larry White muy inteligentemente. Después de todo, parece que el gobierno no quiere parar la fiesta.

Con un mercado inmobiliario deprimido, con un año completo de bajada sostenida en los precios de la vivienda durante el 2015 (ver gráfico 1), el Banco Central de China ha estado bajando los tipos de interés una vez tras otra (ver gráfico 3), junto con el coeficiente de reservas bancarias (ver gráfico 2), en un último intento de estimular la economía China hasta alcanzar el prometido 7% anual de crecimiento, creando otro nuevo ciclo.

Gráfico 1: Cambio en precios interanuales de casas nuevas construidas en China (%) Ene 2014-Feb 2017

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Fuente: Tradingeconomics.com

Gráfico 2: Ratio de reservas bancarias oblidatorias para los grandes bancos en China (%) 2011-20172.PNG

Fuente: Tradingeconomics.com

Gráfico 3: Tipo de interés en China (%) 2012-2015

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Fuente: Tradingeconomics.com

Recuerdo que el verano de 2013 fue cuando realmente abrí mis ojos sobre la realidad de la economía China: fue el Shibor shock. Después de un incremento del crédito en los primeros trece días de Junio nunca antes visto en la historia, los tipos de interés en el mercado alcanzaron un 12% para las repos a 7 días. El banco central forzó a los grandes bancos a prestar dinero a los bancos pequeños (con el argumento de que la liquidez global dentro del sistema era suficiente), rechazando por tanto la petición de las instituciones financiera de inyectar más liquidez. Un mes más tarde, el Banco Central tuvo que inyectar una enorme cantidad de liquidez en el sistema, al tiempo que los tipos de interés se bajaban y las reservas fraccionarias también. La curva de tipos (un indicador que es usado para prever problemas financieros en una economía) no ha parado de aplanarse desde entonces.

La reciente caída en las bolsas chinas es anecdótica. Desde principios de 2014, los índices alcanzaron un alto nivel sin ninguna explicación razonable y principalmente financiado a crédito (el 9% de la capitalización de mercado, según Credit Suisse). El PER o price earnings ratio (que es calculado dividiendo el precio de una acción sobre el ratio entre los ingresos de toda la compañía sobre el número de acciones, es decir, los ingresos por acción, EPS), fue en términos de mediana 64 en la bolsa de Shenzhen, mientras que es considerado que un PER mayor a 25 es caro. El caso de Shenzhen fue paradigmático. Un claro indicador de que la bolsa de Shenzhen estaba subiendo demasiado deprisa.

Por tanto, las recientes caídas en esos índices han sido obvias y además han sido previstas con antelación por Bloomberg o The Economist. Y las caídas continuarán probablemente durante un tiempo. Aunque no sean especialmente preocupantes por la economía china en el corto plazo (porque las bolsas no están tan desarrolladas en China como en los países occidentales; su tamaño relativo a la economía es pequeño, 40% del PIB mientras que en EEUU es más del 100% del PIB y la cultura financiera en China es todavía limitada) pero serán cruciales en el largo plazo. Lo que es verdad es que muestra más que nunca la sombra de la prosperidad china, los problemas financieros de la economía china. Y las recientes acciones del gobierno chino son las más preocupantes. Veamos por qué.

En primer lugar, en China es urgente una complete liberalización financiera, donde los tipos de interés bancarios puedan ser fijados por el mercado, con más participación de los bancos privados en la economía y los bancos siendo capaces de dar préstamos de acuerdo a criterios de mercado y no a políticos. Esto traerá la segunda apertura de la economía china (la apertura financiera) y llevará al mundo a un nuevo nivel de globalización financiera. Además, incentivará a las empresas estatales a un nuevo nivel de competitividad, y daría más recursos a las empresas privadas chinas y reduciría el poder del gobierno. En otras palabras, traerá más libertad al pueblo chino al tiempo que la sombra de la prosperidad china se hace más pequeña. Sin embargo, dado que las recientes acciones del gobierno chino tienden a incrementar la influencia del sector público sobre la bolsa, la liberalización financiera se ha hecho añicos.

Los mercados financieros chinos fueron siempre vistos con falta de confianza pero ahora más que nunca. El gobierno introdujo una prohibición para vender acciones chinas y también llevó a cabo un programa de compra masivo de acciones, gastando dinero público para apuntalar la burbuja de la bolsa. A eso hay que añadirle los enormes requerimientos que las compañías tienen que cumplir, la limitación diaria de que la bolsa no puede subir ni bajar más de un 10% al día. Eso mina el último resquicio de confianza en los valores chinos.

En segundo lugar, dado que la financiación mediante acciones es necesaria para la economía china para que las compañías puedan diversificar su cartera financiera (deuda y capital). Los inversores siempre fueros cautelosos sobre la economía china, al tiempo que se sorprendían porque la economía china era resiliente a cada tipo de daño o malos indicadores. Los inversores finalmente concluyeron que en China todo depende de su gobierno.

En definitiva, parece que, aunque China ha avanzado hasta ahora bastante rápido, una recesión será un paso necesario hacia el desarrollo de China, dado que el gobierno es reacio a reducir su control sobre la economía china y hará todo lo que pueda para mantener su poder, influencia y mando sobre la economía china. Es un paso necesario que al gobierno se le acabe el dinero y la crisis en ese sentido será una oportunidad. Las últimas intervenciones del gobierno ilustran la disposición del gobierno a mantener el status quo, incluso si requiere arriesgar la confianza de los inversores internacionales en China o arriesgar los resultados positivos de las reformas económicas.

Obviamente la economía china también tiene ventajas y la redución de la importación de inputs para producir los bienes que China exporta, mostrando que China está mejorando en acumulación de capital y que la economía es más capaz de diseñar nuevos productos en lugar de comprarlos fuera. La atención está en el lado del gobierno. El gobierno todavía tiene armas para mantener el desaguisado financiero y su influencia en el mercado, pero el dinero y el tiempo se están acabando actualmente. ¿Cuál será el nuevo episodio? La crisis en China, forzará al gobierno a otro conjunto de reformas económicas.

English version (PDF)


Notas:

[1] Bloomberg (2015) China’s Official Factory Gauge Shrinks Available: http://www.bloomberg.com/news/videos/2015-09-01/china-s-official-factory-gauge-shrinks [Accessed: 31 August 2015]

[2] CNTV (2014) China has lifted 600 million people out of poverty Available: http://english.cntv.cn/2014/10/18/VIDE1413584528072923.shtml [Accessed: 31 August 2015]

[3] The Economist (2015) Flying too high Available: http://www.economist.com/news/finance-and-economics/21579862-chinas-central-bank-allows-cash-crunch-worsen-shibor-shock [Accessed: 31 August 2015]

[4] The Economist (2013) The Shibor shock Available: http://www.economist.com/news/leaders/21652326-long-term-consequences-chinas-coming-stockmarket-correction-are-ones-fear-flying [Accessed: 31 August 2015]

Economía, Español

¿Es China comunista o capitalista?

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Algunas matizaciones iniciales…

Esta es una pregunta que muchos se hacen y que muy pocos se atreven a responderla con claridad. También esta cuestión hace que China despierte interés en los círculos académicos. Existe un gran número de artículos afirmando tanto que China es un país socialista o comunista como que es un país capitalista, cuando ambos sistemas parecen incompatibles. ¿Qué es en realidad?

Bueno. Esta pregunta parece sencilla, pero la respuesta es mucho más compleja. En primer lugar, los países (así como su economía y sociedad) evolucionan con el tiempo. Y ciertamente China ha cambiado mucho (y varias veces) en el último siglo, como veremos. Incluso la definición de socialismo usada por el gobierno chino ha evolucionado. En segundo lugar, no se puede valorar el sistema económico y/o político en general, sino que deben analizarse los aspectos concretos de su sistema.

En cuanto a su sistema cultural, debemos matizar que la cultura China presenta por lo general un elevado nivel de tolerancia y respeto a las tradiciones culturales, influenciado por las ideas del confucianismo y del taoísmo. Esto es un contrapeso evidente contra el poder burocrático del Estado y contra las transformaciones de la sociedad ejercidas desde el poder político.

Una vez hechas estas matizaciones, vamos a analizar los aspectos culturales, políticos y económicos concretos de China para poder llegar a una conclusión al respecto.

Un poco de historia…

Tras la guerra civil de China, en 1949 los comunistas se alzaron con el poder proclamando la República Popular China y creando un comunismo feroz en la China continental. En este momento, no existía la propiedad privada y la mayoría de la economía estaba planificada por el Estado, aunque dicha planificación era a un nivel más descentralizado que en el caso de la URSS. China era básicamente un país agrícola donde los campesinos debían entregar toda la producción al gobierno y éste repartía entre todos. Además, con el Gran Salto Adelante, Mao intentó convertir a China en un país industrial, aunque lo que provocó fue una enorme destrucción de herramientas y maquinaria: obligó a todos los campesinos a construir altos hornos en sus casas y a empezar a producir, que no les quedaba más remedio que fundir todos sus materiales para poder producir otros de menor calidad, con tal de cumplir con las órdenes gubernamentales. En esta época se puede decir que efectivamente China era un país comunista o socialista.

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Después de la muerte de Mao Zedong, Deng Xiaoping -que había sufrido en sus propias carnes la dura represión del gobierno de Mao- se convirtió en el máximo líder de la República Popular de China desde 1978. Deng Xiaoping se caracterizó por ser muy pragmático: “Da igual que el gato sea negro o blanco: lo importante es que cace ratones“. Su política consistió en mantener las instituciones del Partido Comunista, para no generar una crisis de legitimidad política, manteniendo la retórica comunista, al tiempo que emprendía reformas de apertura y liberalización económica.

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En realidad, muchas de las reformas emprendidas por Deng Xiaoping estaban inspiradas en la experimentación campesina bajo el régimen de Mao. Durante la época de Mao, muchos campesinos acordaron en secreto repartirse parte de la producción y no entregarla al gobierno. Deng Xiaoping legalizó este tipo de contratos, permitiendo en la práctica la producción agrícola para uno mismo. Además, los cambios impulsados por Deng Xiaoping fueron graduales (y no cambios repentinos), precedidos de experimentos a lo largo de todo el país. Por ejemplo, se liberalizaron ciertas zonas del país (llamadas Zonas Económicas Especiales), y una vez demostrada su eficacia, se trasladaron a otras zonas del país.

En la práctica, desde finales de los 70, con la entrada de Deng Xiaoping en el poder, China experimentó una de las épocas más reformistas y liberalizadoras de su historia, también fue una de las épocas con mayor crecimiento económico. Así, China protagonizó la industrialización más rápida de la historia. ¿Qué medidas implantó? Permitió la autoproducción campesina, permitió la inversión extranjera, creó zonas económicas especiales con regulación más laxa, elimino casi todos los ministerios industriales creados durante la época de Mao, eliminó casi todos los precios fijados por el gobierno y permitió los precios fijados por el mercado, privatizó numerosas empresas, entre otras. En consecuencia, los ingresos fiscales del gobierno cayeron dramáticamente desde finales de los 70.

También creó el término “Un país, dos sistemas” en el que permitía la existencia de varios sistemas económicos en China (con el objetivo de Macao, Hong Kong y Taiwán un sistema capitalista y China continental con un sistema más socialista). Se puede decir que desde finales de los 70, China experimentó una transformación económica sin precedentes, dejando atrás el comunismo y abrazando una economía de mercado, aunque todavía permanecían instituciones y características propias del socialismo. Por lo que las reformas económicas debían continuar en la senda marcada por Deng Xiaoping para abandonar por completo el socialismo.

Deng Xiaoping representaba las características más propias del pensamiento Chino: un pensamiento práctico y con poca carga ideológica, abierto a aceptar todo tipo de contradicciones. Mientras que en occidente la razón y las ideas suelen tener una preponderancia, así como la dialéctica y el enfrentamiento entre diferentes ideas, en oriente (y más concretamente en la china clásica) la razón y la idea queda muy por debajo de la realidad y la praxis. Además, el pensamiento chino suele caracterizarse por su sincretismo: no suele haber tal contraposición ideológica entre unas ideas y otras, sino que es de espíritu conciliador buscando la combinación de diferentes ideas.

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Así, fue posible que Deng Xiaoping iniciase la transformación económica, sin alterar de forma ostensible las instituciones del establisment. Deng Xiaoping no creía que la economía de mercado fuese sinónimo de capitalismo o que planificación fuese sinónimo de socialismo: “La planificación y las fuerzas del mercado no son la diferencia esencial entre socialismo y capitalismo. Una economía planificada no es la definición de socialismo, porque hay planes bajo el capitalismo; la economía de mercado se da también bajo el socialismo. El mercado y la planificación son dos fuerzas que controlan la actividad económica“.

Deng Xiaoping desarrolló el concepto de “Socialismo con características chinas”, que fue una forma de poder mantener la retórica comunista al tiempo que la economía se hacía cada vez menos intervencionista y con más libertad de acción para los ciudadanos. Este concepto defendía que China debía encaminarse hacia el socialismo, pero que China todavía estaba en una etapa muy inicial para poder lograrlo, y era en esta etapa inicial donde la economía de mercado debía imperar.

Aunque el proceso reformador fue muy loable y con unos resultados difíciles de mejorar, lo cierto es que dicho proceso reformador se ralentizó en el tiempo, hasta el punto de que puede hablarse de una reversión de las reformas económicas liberales en China. Algunos autores citan el punto de inflexión en las protestas de la plaza de Tiananmén en 1989. Analicemos en detalle dicho acontecimiento.

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Las reformas económicas hasta ese momento eran muy ambiciosas, y aunque se habían realizado de forma gradual, las reformas económicas suelen tener costes asociados a corto plazo a cambio de beneficios importantes a largo plazo. La liberalización de los precios estaba provocando una inflación muy importante en China, que originaba descontento social. Además, de dos hechos muy relevantes: primero, la liberalización de la economía hizo que el gobierno contase con menos recursos y menos control sobre la población; segundo, la liberalización de la economía incitó a muchos jóvenes a pedir una transformación semejante en el terreno político.

El gobierno de China vio amenazada su propia legitimidad y existencia, a consecuencia de las propias reformas que había llevado a cabo. Y por tanto, comenzó una reversión del proceso liberalizador de China y se produjo un crecimiento del poder del Estado muy elevado, convirtiendo a China más que en un país de libre mercado en un capitalismo de Estado.

Análisis…

¿Qué es socialismo o comunismo? Es difícil de precisar con exactitud dicha definición, pero podemos citar una serie de características propias. Se suele identificar con la propiedad pública de los medios de producción, con un Estado con elevada autoridad y capacidad, con una reconocida intención de cambiar la sociedad y una intención de redistribuir la riqueza. Además, está asociado con la planificación central (dirigida desde el gobierno).

China oficialmente es comunista, con un gobierno que tiene mucha más influencia sobre la economía que otras economías desarrolladas o de ingreso medio. Por otro lado, el gobierno chino nunca ha aceptado abiertamente la privatización. De hecho, la Constitución de China afirma que mientras existen múltiples sistemas de propiedad, la propiedad estatal debe ser la fuerza líder.

Toda la tierra en China es propiedad del Estado mientras que las viviendas son arrendadas a las familias mediante alquileres con duraciones de hasta 70 años. Dicha renta debe pagarse a los gobiernos locales, representando un total de ingresos del 7.1% del PIB. Además de los alquileres de la tierra, el gobierno de China no basa sus ingresos fiscales en impuestos sobre la renta o sobre la propiedad, sino en el IVA (4.6% del PIB) e impuestos empresariales (4% del PIB) e impuestos sobre transacciones. Además, los beneficios de las empresas estatales también van a las arcas del Estado (6.1% del PIB) y los beneficios de un sistema financiero totalmente regulado por el Estado. Esto significa que el gobierno de China tiene un control del 38% del PIB, aspecto muy diferente del que China tenía hace 20 años. Así, las fuentes de ingreso del gobierno han crecido dramáticamente, triplicándose desde 1996 hasta 2013.

Gráfico 1: Evolución de los ingresos públicos como porcentaje del PIB

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Gráfico 2: Control/Ocupación del gobierno de China en diferentes aspectos

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En otras palabras, la liberalización inicial auspiciada por Deng Xiaoping ayudó a crear un mercado privado, al tiempo que el gobierno se aseguró el control de la tierra y de todas las instituciones financieras. Esto ha permitido al gobierno chino monetizar ese control, generando suficientes ingresos, expandiéndose y virando hacia un modelo conocido como capitalismo de Estado.

En torno a la década de los 90 China prácticamente no tuvo planes o políticas industriales, ya que Zhu Rongji -primer ministro de China entre 1998 y 2005- no era partidario de ellos debido a la alta ineficiencia de los mismos. Sin embargo, en torno a la primera década del siglo XXI, los planes y las políticas industriales volvieron de nuevo con fuerza.

Además, el sistema financiero de China oficial se ha caracterizado por ser una extensión del gobierno de China. Actualmente en torno al 80% de los activos bancarios pertenecen al gobierno y los tipos de interés de los préstamos y los depósitos están regulados directamente por el gobierno de China. ¿Por qué es esto así? De esta forma, el gobierno dirige el crédito de la economía (los ahorros de los ciudadanos) en forma de préstamos a las empresas estatales, que son altamente deficitarias, consiguiendo financiación. Esto ha permitido que China tenga una red de empresas estatales enorme. De hecho, si las empresas estatales de China fuesen un país a parte, sería el cuarto país más grande del mundo (ver), detrás de EEUU, la propia China y Japón.

Gráfico 3: Ingreso fiscal de las empresas estatales contra el PIB de las mayores economías

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Por estas razones, los activos totales del gobierno de China (tierra, empresas no financieras y empresas financieras) totalizan un 300% del PIB, mientras que en EEUU esa cifra llega al 34%.

Gráfico 4: Activos totales del gobierno (%PIB), China y EEUU

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Sin embargo, donde la economía de mercado es más dinámica en China es en la industria y la agricultura. La proporción estatal en la industria ha descendido rápidamente a consecuencia de la entrada de empresas extranjeras y privadas, hecho auspiciado por la reforma económica. La propiedad privada en la industria se ha mantenido alta y tanto la industria como la agricultura se han mantenido predominantemente manejadas por el mercado. La mejora de la agricultura en China ha sido la responsable de que más de 114 millones de personas hayan salido de la pobreza en China.

Aunque todavía sigue vigente el sistema hukou que divide a todas las familias chinas en dos categorías: los que tienen un permiso residencial urbano y los que no. Esto ha creado una enorme desigualdad en la economía china.

Por otra parte, China no tiene desarrollado un sistema del bienestar, por su enorme dificultad a la hora de desarrollarlo. Esto hace que muchos de los desincentivos que un Estado del bienestar tienen sobre la economía, no se produzcan en China, a saber: inflación, desempleo, reducción del ahorro, etc.

 

Conclusión…

La política y economía de China ha estado en constante evolución. Evidentemente China ha experimentado una transformación económica muy importante, adoptando muchas instituciones propias de una economía de mercado, pero manteniendo todavía muchas propias de un sistema comunista, al tiempo que continúa con la retórica comunista. China todavía tiene muchas reformas que hacer para poder ser considerada como una economía de mercado: liberalizar su sector financiero, privatizar sus empresas estatales, favorecer los derechos de propiedad privada y eliminar el control de capitales.

A pesar de ello, se puede considerar que los ciudadanos de China cuentan con los suficientes instrumentos como para ejercer su libertad económica sin demasiadas restricciones. La reforma económica permitió la entrada de empresas extranjeras a China. Esto, unido con la existencia de Hong Kong -uno de los lugares con mayor libertad económica del mundo- hace que existan enormes válvulas de escape en China que alivien  enormemente la presión del Estado chino sobre la economía. No en vano, la gran mayoría de las empresas de China están radicadas en Hong Kong y operan como empresas extranjeras en China.

Además, la tecnología ha hecho posible que muchas de las regulaciones emprendidas por China sean altamente eficientes. El control de capitales es usualmente burlado por el uso del Bitcoin. Se estima que la gran mayoría de la actividad del Bitcoin proviene de los mercados on-line radicados en China. Además, el precio del Bitcoin está asociado con el nivel de restricción de capitales en China: a mayor restricción, mayor precio.

En definitiva, la China continental continúa teniendo características de una economía comunista, pero permite el uso de válvulas de escape y libertad de acción en algunos ámbitos que hacen que en la práctica sea posible una economía de mercado muy dinámica.


 

Fuentes utilizadas:

  • Just How Capitalist is China, Yasheng Huang
  • Naughton, Barry. 2017. “Is China Socialist?” Journal of Economic Perspectives, 31(1): 3-24.
Economía, Español

El Río de las Perlas (China)

Durante la lectura de este artículo, usted, querido lector, tendrá la oportunidad de visitar uno de los lugares más ricos y desarrollados de China, conocido como el Río de las Perlas en español (Pearl River, en inglés; 珠江 en chino), siendo el tercer río más largo de China, tras el Yangtsé (长江) y el río Amarillo (黄河).

El río discurre por la parte sur de China y desemboca en el mar de la China Meridional, entre Hong Kong (香港) y Macao (澳门), formando ente las dos regiones el conocido Delta del Río de las Perlas.

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El río atraviesa las provincias de Guizhou, Guangxi, Hunan, Jiangxi y Guangzhou, donde desemboca formando el ya mencionado delta, entre las ciudades de Shenzhen (深圳) y las regiones de Hong Kong (香港) y Macao (澳门). Además, las economías de estas tres ciudades están muy interconectadas, formando un núcleo económico en esta parte de China, el río de las Perlas.

La característica más importante -y es la razón por la que escribimos este artículo- es que es una de las zonas económicas más prósperas de China y donde se encuentran a ambos lados las antiguas colonias europeas de Hong Kong (香港) y Macao (澳门).

Empezamos por el lugar donde desemboca el río, la ciudad de Guangzhou (广州), que ocupa el 3% de toda la economía de China con un PIB per cápita cercano a los 21.000 dólares, casi el triple que la media de China. La economía es principalmente un centro comercial y manufacturero líder. También es conocida por su moderno y eficiente sistema de transporte. Además, la ciudad de Guangzhou (广州) cuenta con uno de los mercados de pescado más grandes de toda China, donde los pescadores de todo el país descargan la mercancía en el puerto de la ciudad, formando un inmenso mercado donde compradores de toda China se dirigen allí para distribuir el pescado por todo el país.

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Mercado de mariscos en Guangzhou

En la ciudad también nos podemos encontrar con la pequeña isla de Shamian (沙面), un territorio otorgado a Francia y al Reino Unido por el gobierno de la dinastía Qing (清朝) en el siglo XIX, por lo tanto en la ciudad también existe influencia del extranjero.

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Arquitectura occidental en la isla de Shamian, Guangzhou

Guangzhou (广州) es una ciudad muy parecida a otras ciudades de China continental, como por ejemplo Chongqing (重庆) en cuanto a costumbres y modos de vida, pero con la particularidad de que el mercado de Guangzhou (广州) es mucho más dinámico, lleno de vida, de trabajo y de comercio.

Si nos adentramos un poco más al sur (tan sólo nos tomará media hora en un tren equivalente al AVE español), llegaremos a la ciudad de Shenzhen (深圳), una de las ciudades más curiosas de toda China.

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El edificio Pingan (平安), uno de los más altos del mundo.

Quizá sea la ciudad más moderna de China continental e incluye el rascacielos más alto de toda China. Antes del año 1980, cuando el gobierno de Deng Xiaoping (邓小平) la reconoció como la primera Zona Económica Especial (ZEE) en toda la República Popular, no era más que un pueblo de pescadores que luchaban por atravesar las fronteras para emigrar a Hong Kong (香港). La declaración de la ZEE, junto a la mano de obra barata, el bajo precio del suelo y la cercanía con Hong Kong (香港), provocaron un enorme auge económico para la ciudad, pasando a ser una metrópoli y uno de los principales centros de producción del país y una de las ciudades de más rápido crecimiento del mundo.

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Shenzhen, antes de la reforma y despúes de la reforma

Shenzhen (深圳) tiene también uno de los mejores ambientes de toda China con unos niveles de polución muy bajos. En cuanto a cifras económicas, representa aproximadamente el 3% de la economía China (que junto a Guangzhou ambas sumarían el 6%), con un PIB per cápita superior a los 24.000 dólares, casi 4 veces la media de China.

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Playa de Shenzhen

Shenzhen (深圳) es un pueblo de pescadores reconvertido a metrópoli financiera en tan sólo 30 años. Parece difícil de creer, pero así es. Y nuestra visita a la ciudad así nos lo confirma. Es una ciudad compuesta principalmente por emigrantes jóvenes de todas las partes de China, razón por la cual en esta ciudad no se habla cantonés (que sí se habla en Guangzhou y Hong Kong), sino que se habla mandarín o idioma común (普通话), el idioma en el que todos los chinos pueden entenderse entre sí.

Shenzhen (深圳), todavía conserva bastantes costumbres de la China continental, al igual que Guangzhou, pero quizá Shenzhen sea más moderna e internacional y en algunos casos -sobre todo por el centro- vemos que la mayoría de los edificios y calles son mucho más nuevos y más limpios, que los de Guangzhou. Tenemos la impresión de que cuánto más al sur vamos por esta zona de China, más avanzadas van siendo las ciudades, los números parecen confirmar la impresión.

Es el momento de abandonar la ciudad y seguir avanzando por el sur, donde cruzaremos la frontera entre China y la Región Administrativa Especial de Hong Kong (香港), que se compone de un total de 18 distritos, entre los que podemos encontrar diferentes islas y puertos. La parte en la que acabamos de llegar es la parte continental de Hong Kong, conocida como Kowloon (九龙区), llamada “nueve dragones” en chino, y es la zona con la densidad de población más elevada del planeta (43,000 hab/km2) y es la zona menos rica de Hong Kong, reflejando una fuerte desigualdad en todas sus calles. Fue adquirida por el Reino Unido en 1860.

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Calles típicas en la isla de Kowloon

Atravesamos el puente que conecta Kowloon con la isla de Hong Kong, adquirida por el Reino Unido en 1842,  con una densidad de población ostensiblemente más reducida. El PIB per cápita de Hong Kong es 7 veces superior al de la media de China, cercano a los 46.000 dólares. Es conocida por ser una de las economías más libres del planeta.

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Vistas típica en la isla de Hong Kong

Hong Kong no fue controlada por el dictador Mao Zedong (毛泽东) y por tanto la cultura tradicional china en Hong Kong se mantiene incólume, al no haber recibido la influencia de la Revolución Cultural ideada por Mao. Por ejemplo, en Hong Kong se utiliza el sistema tradicional de escritura, el chino tradicional y se habla cantonés, un idioma que es más cercano al chino más antiguo.

Sin embargo, Hong Kong no está exento de problemas. Hong Kong, a pesar de tener un espacio limitado, la mayor parte de su territorio está sin edificar, razón por la cual Hong Kong es la ciudad con las viviendas más caras de todo el mundo, llegando a costar una vivienda promedio los ingresos completos de 19 años de un hongkonés medio (eso es una cifra cercana al millón de euros). Un apartamento minúsculo y en muy malas condiciones no puede encontrarse por menos de 1.000 euros al mes.

Al problema de la vivienda se le une la elevada desigualdad en Hong Kong, que es la desigualdad más elevada del mundo en una ciudad desarrollada, debida en gran parte por el problema de la vivienda y por la presión de China continental sobre Hong Kong. Multitud de hongkoneses coinciden en que desde que Hong Kong pertenecía al Reino Unido hasta que fue devuelta a China, la situación no ha dejado de empeorar: “Las condiciones de vida son cada vez peores, que los precios son más altos y desproporcionados en relación a los sueldos”.

Estas son las razones reales, junto al hecho de que China a partir de 2017 restringirá el sufragio universal en Hong Kong, que en la práctica supone el control de la política autónoma de Hong Kong, lanzó a muchos ciudadanos a la calle en la conocida “Revolución del Paraguas”, el 22 de Septiembre del año 2014.

Finaliza así nuestro viaje por la zona económicamente más desarrollada de China, el delta del río de las Perlas.

 

 

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Introducción a la Economía China (I)

Son muchas las personas que, dado el reciente crecimiento y desarrollo de China, empiezan a interesarse por la economía China. Sin embargo, la lejanía con el país -no sólo en distancia geográfica sino también cultural, política y lingüística-  hace que tal propósito sea abandonado más pronto que tarde.

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En este artículo, nos proponemos intentar acercar la economía china a aquellos que, estando interesados por la misma, todavía no comprendan bien su funcionamiento. Este es un artículo introductorio de una serie de artículos sobre Introducción a la Economía China, que nos permitirá dar una pincelada introductoria los aspectos más importantes y clave. Son condiciones sin equa non para entender el funcionamiento de la economía china:

  • La economía china, a pesar de haber crecido enormemente en los últimos años, presenta todavía una renta per cápita, del nivel de un país subdesarrollado. Es decir, China es una superpotencia pobre.
  • China es un país enorme y casi podemos considerarlo como un continente, esto quiere decir que todos los aspectos relativos a China son muy diversos y heterogéneos. Por consiguiente, la economía China es muy diversa y varía muchísimo según la región a la que estemos refiriéndonos. Por tanto, cuando hablamos de China, conviene no generalizar. Es como si hablásemos de diferentes países y, por tanto, de diferentes economías.
  • Conviene tener clara cuál es nuestra definición de China. Muchos consideran que China es tan sólo la China Continental, es decir, excluyendo Macao, Hong Kong y Taiwan. Otros consideran que China incluye Taiwan, Macao y Hong Kong.
  • El peso de la población rural en China sigue siendo muy elevado. Tengamos en cuenta que el gobierno sigue controlando la emigración interior del país mediante el llamado sistema 户口 (hukou).
  • China sigue siendo un país muy controlado políticamente, con prioridad a la propiedad pública y con elevada dependencia del gobierno en multitud de asuntos. Las empresas públicas estatales, tienen una enorme importancia y peso en la economía de China.
  • El mercado financiero de China sigue estando enormemente regulado y enormemente controlado por el gobierno, lo que quiere decir que las condiciones para obtener un crédito o para depositar tus ahorros, dependen plenamente de la política gubernamental.
  • La influencia que el dictador comunista 毛泽东 (Mao Ze Dong) tuvo en China sigue muy presente, con especial énfasis en la Revolución Cultural. Mao pensaba que China era pobre debido a su cultura tradicional, lo cual le llevó a destruir y a despreciar gran parte del patrimonio histórico y cultural de China. Este sentimiento anti-tradicional sigue aún vigente en China Continental, excluyendo a Macao, Hong Kong y Taiwan.
  • Tras la muerte de Mao, 邓小平 (Deng Xiao Ping) fue abriendo, reformando y liberando poco a poco la economía China, hasta convertirla en lo que es hoy: la fábrica del mundo. Deng, inició su experimento en un pequeño pueblo de pescadores, hoy día una de las ciudades más avanzadas de China, 深圳 (Shenzhen). Dado que la zona de libre comercio funcionó, empezó a extender más liberalización económica por el resto de China.
  • China define su sistema como un “sistema socialista con características chinas”. Deng puso de moda tal definición, para hacer compatible un sistema político socialista con un sistema económico capitalista.
  • En los inicios de la reforma de la economía China de Deng Xiaoping, la economía China era eminentemente agrícola y experimentó una rápida transición a una economía industrial orientada a la exportación. Actualmente la economía China está experimentando una transición hacia una economía orientada al consumo y al sector servicios.